Delightful and Traditional: Learn How to Make Rosquillas de San Isidro at Home

Las Rosquillas de San Isidro son un postre tradicional de la gastronomía española que se disfruta especialmente durante las fiestas de San Isidro, patrón de Madrid. Estas deliciosas rosquillas son esponjosas, dulces y están cubiertas de un glaseado que les da un toque especial. Si quieres aprender a hacerlas en casa y disfrutar de su sabor tradicional, sigue esta receta paso a paso.

Ingredientes:

– 4 huevos
– 200 gramos de azúcar
– 200 ml de leche
– 100 ml de aceite de oliva
– 500 gramos de harina
– 1 sobre de levadura en polvo
– Ralladura de un limón
– Aceite de girasol para freír
– 200 gramos de azúcar glas
– Agua

Preparación:

Paso 1: Mezcla los ingredientes líquidos
En un bol grande, bate los huevos junto con el azúcar hasta que estén bien integrados. Añade la leche, el aceite de oliva y la ralladura de limón, y mezcla todo muy bien.

Paso 2: Añade la harina y la levadura
Tamiza la harina y la levadura en polvo sobre la mezcla líquida y mezcla todo con una cuchara de madera hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.

Paso 3: Deja reposar la masa
Cubre el bol con un paño limpio y deja reposar la masa durante al menos una hora para que fermente y adquiera consistencia.

Paso 4: Forma las rosquillas
Pasado el tiempo de reposo, coge porciones de masa y forma pequeñas bolas. Haz un agujero en el centro de cada bola con tu dedo para darles forma de rosquilla.

Paso 5: Fríe las rosquillas
En una sartén profunda, calienta suficiente aceite de girasol para freír las rosquillas. Fríelas por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes. Retíralas del aceite y déjalas escurrir sobre papel absorbente.

Paso 6: Prepara el glaseado
En un bol pequeño, mezcla el azúcar glas con un poco de agua hasta obtener una mezcla espesa y brillante.

Paso 7: Cubre las rosquillas con el glaseado
Sumerge cada rosquilla en el glaseado y déjalas secar sobre una rejilla para que el glaseado se endurezca.

Disfruta de tus Rosquillas de San Isidro caseras
Una vez que el glaseado esté seco, tus rosquillas de San Isidro estarán listas para disfrutar. Estas delicias dulces son perfectas para acompañar un café o té en la merienda, o como postre después de una comida. ¡No dudes en compartir esta receta con tus seres queridos y sorprenderlos con el sabor tradicional de las rosquillas de San Isidro!

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