Matadero Madrid, nacido como mercado de ganados y hoy en su segunda vida como centro de cultura contemporánea, cumple 100 años desde su construcción
En una ciudad de larga historia como Madrid, 100 años pueden dar para mucho. Incluso para giros de 180 grados como el que supone pasar de dedicarte a alimentar el cuerpo de muchos a dar sustento a sus mentes y espíritus. Así se podría resumir la historia de Matadero Madrid, el complejo que siempre conservará en el nombre su origen, pero que ya no se asocia a canales, despieces o degüellos de animales para satisfacer la necesidad de abastecimiento cárnico de la población madrileña, sino con la atención de sus inquietudes culturales como actual Centro de Cultura Contemporánea del Ayuntamiento de Madrid.
El origen de Matadero Madrid se remonta a principios del siglo XX, cuando el Gobierno de España instó al Ayuntamiento de Madrid a construir un complejo que pudiera abastecer a la ciudad de todo tipo de carnes y productos alimentarios. Así, en 1907, el arquitecto Luis Bellido comenzó el planeamiento del gran complejo que sería conocido, tras su inauguración a fines de 1924, como Matadero y Mercado Municipal de Ganados de Madrid. Con un total de 48 edificios destinados al procesado de aves y reses de distintos tipos de ganado, el complejo se convirtió en un punto clave para el abastecimiento de alimentos en la ciudad.
A lo largo de los años, el crecimiento de Madrid y los cambios en la normativa europea llevaron al cierre del Matadero en 1996, siendo su labor asumida por Mercamadrid. Sin embargo, en 2003, tras un detallado estudio de viabilidad, se le otorgó un uso cultural y dio paso a su segunda vida como Centro de Cultura Contemporánea, un espacio dedicado a la promoción del arte, la música, el teatro y la creatividad en general.
Actualmente, Matadero Madrid es un referente cultural en la ciudad, con una amplia oferta de exposiciones, conciertos, talleres y eventos para todos los públicos. Con motivo de su centenario, se han organizado diversas actividades y celebraciones que se extenderán hasta noviembre. Desde exposiciones fotográficas hasta mesas redondas con los arquitectos y profesionales que participaron en su transformación, pasando por conciertos al aire libre y proyecciones de películas que contaron con Matadero como localización, la programación promete ser variada y emocionante.
En definitiva, Matadero Madrid es un ejemplo de cómo un espacio destinado a un fin concreto puede reinventarse y adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad. Su centenario es una ocasión para celebrar su historia, su evolución y su importancia como centro cultural en la ciudad de Madrid. ¡Felices 100 años, Matadero!