Descubre el valioso legado histórico de Madrid en su Diario Oficial

El pasado noviembre finalizaron las labores de restauración de la custodia procesional de Madrid, icono de la orfebrería renacentista española

En el Museo de Historia de Madrid, se llevaron a cabo los trabajos de restauración de la emblemática custodia procesional de Madrid, una obra maestra de la orfebrería renacentista española. Estas labores, que tuvieron un costo de 12.700 euros, han permitido que la custodia recupere su esplendor y esté lista para volver a formar parte de la procesión del Corpus Christi.

La historia de la custodia se remonta al siglo XVI, cuando fue elaborada por el platero Francisco Álvarez. Esta obra excepcional ha pasado por momentos de esplendor, un robo que la dejó incompleta y varias renovaciones a lo largo de los años. Sin embargo, su valor artístico e histórico la convierten en un tesoro invaluable para la ciudad de Madrid.

Imaginemos el Madrid del siglo XVI, en el día del Corpus Christi. La ciudad se prepara para la celebración, con calles adornadas y el bullicio de la gente que anticipa el inicio de la procesión. La custodia, sostenida bajo un palio por los regidores del Ayuntamiento, es el centro de atención de esta festividad religiosa.

La custodia procesional de Madrid es una pieza única en España, tanto por su belleza como por su historia. Realizada entre 1568 y 1574 por Francisco Álvarez, esta obra combina elementos religiosos y profanos en un diseño excepcional. A lo largo de los siglos, la custodia ha enfrentado desafíos, como el robo de algunas de sus piezas en 1854, que fueron posteriormente restauradas por hábiles orfebres.

Recientemente, se han completado los trabajos de restauración de la custodia, que incluyeron la consolidación de piezas inestables, limpieza, conservación y reajuste de elementos. Gracias a esta intervención, la custodia podrá volver a desfilar en la procesión del Corpus Christi, manteniendo su lugar como símbolo de Madrid a lo largo de los siglos.

La custodia procesional de Madrid es mucho más que una obra de arte; es un testigo vivo de la historia de la ciudad, una pieza que ha sobrevivido al paso del tiempo y que sigue siendo un símbolo de fe y devoción para los madrileños. Su restauración asegura su preservación y su continuidad en las celebraciones religiosas más importantes de la capital española.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *