**Cómo la normativa urbanística beneficia al medio ambiente en Madrid**
La importancia de respetar la normativa urbanística en Madrid va más allá de la simple legalidad. Cumplir con las leyes en esta materia es fundamental para garantizar una correcta ordenación del territorio y, al mismo tiempo, para proteger los suelos que están sujetos a regímenes especiales de protección.
La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de Madrid tiene como objetivo principal reconvertir el suelo ocupado por edificaciones ilegales en usos planificados, como actividades agrícolas o ganaderas. Esto permitirá proteger tanto el terreno no urbanizable como los espacios naturales protegidos, al tiempo que se cumplen los objetivos del Plan de Inspección y Disciplina Urbanística de la región.
Uno de los métodos utilizados para controlar las edificaciones ilegales es la realización de inspecciones aéreas. Estos nuevos equipos sobrevuelan a una altura de entre 15 y 20 metros, incluso en zonas donde se requieren permisos medioambientales o de coordinación con aeródromos. Para ello, es necesario solicitar autorización previa a la Agencia Estatal de Navegación Aérea.
En lo que va de año, la Dirección General de Urbanismo de Madrid ha llevado a cabo más de 200 inspecciones y 334 diligencias previas. Además, se han detectado 363 nuevas incidencias a través de fotografías aéreas y se han respondido a 96 requerimientos de información de organismos judiciales y de protección de la naturaleza.
En cuanto a las acciones de disciplina urbanística, la Comunidad de Madrid ha abierto 101 expedientes sancionadores, por un importe total de 334.693 euros. También se han emitido 45 órdenes de demolición y 29 para ejecución subsidiaria, además de tramitarse 18 autorizaciones judiciales de entrada a domicilios.
En resumen, el respeto a la normativa urbanística en Madrid es esencial para la protección del medio ambiente y la correcta planificación del territorio. Gracias a las acciones llevadas a cabo por las autoridades competentes, se busca garantizar un desarrollo sostenible y respetuoso con el entorno, preservando los valores paisajísticos, ambientales, agrícolas, forestales, ganaderos y de riesgos naturales de la región.